La historia de Aliro Lorca en Freirina: destacado bombero y dirigente social

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Del libro “Freirina, una historia” de Oriel Álvarez Hidalgo.
ALIRO LORCA LORCA: BOMBERO, DIRIGENTE SOCIAL, FUNCIONARIO PÚBLICO Y “VIEJO PASCUERO”.
Figura en el acta de fundación del Cuerpo de Bomberos de Freirina, como uno de sus creadores, los que reunidos en el Salón Municipal del Edificio Los Portales, un 1 de marzo de 1953, acuerdan la dotación de una unidad de voluntarios para la comuna.
Don Aliro, por más de 50 años, integra la institución, ocupando todos los cargos, hasta llegar al grado de Superintendente, labor que desempeña hasta que por enfermedad se acoge a retiro, pasando a ocupar el cargo de oficial honorario de la unidad.
Don Aliro, nació en Freirina el 23 de mayo de 1928. Fue su madre doña Elisa de Las Nieves Lorca, vecina de la comuna. Estudia en la Escuela Superior de Hombres N° 1 de la ciudad, cursando hasta el sexto primario.
A los 14 años, ya trabajaba de lustrín en la Plaza Pública de su pueblo y ayudaba diariamente a su madre, a repartir la ropa que su madre lavaba y planchaba para diversas familias, labor en la que recibía propina. Con algunos ahorros, compra productos del valle, los que vende de casa en casa.
Posteriormente, se traslada hasta el mineral de Chuquicamata, donde labora como operario de faenas a través de empresas contratistas.
De regreso a Freirina, labora como cargador y peoneta de camiones, aprendiendo el oficio de chofer, por lo que apenas cumple su mayoría de edad, obtiene su carné de chofer, ingresando a trabajar como conductor a la Empresa Capote Aurífero de la Familia Callejas, con recorrido a diferentes minerales como Capote, Astillas, El Morado, Cerro Blanco y Quebradita.
Después, trabaja como chofer del industrial minero Germán Arriaza Cortés, a cargo de un camión metalero desde la mina Panules a Vallenar. A mediado de la década de los setenta, se desempeña como operario, en las faenas de construcción de Planta Pellets de Huasco.
Posteriormente, se acoge a los programas de cesantía, desempeñándose como supervisor en limpieza de canales en la localidad de Las Tablas y obras menores en Freirina.
En 1981, es contratado como chofer en la Municipalidad de Freirina, ingresando posteriormente, al Liceo “Ramón Freire” como auxiliar de servicios, labor que cumple hasta su jubilación.
El 4 de julio de 1965, contrae matrimonio con la joven Violeta Araya Herrera, hija de Humberto Araya y Elisa Herrera. De esta unión, nacen sus hijos Aliro, Elisa, Humberto, Eduardo y Pamela. Previamente, tuvo a su hijo Luis.
Don Aliro Lorca fue un destacado servidor público. Como ya relatamos, trabajó casi toda su vida por mejorar el Cuerpo de Bomberos, de acuerdo a como las necesidades se iban presentando: El primer carro, una camioneta adaptada fue un gran objetivo alcanzado, posteriormente llegaron carros modernos, dotados de los elementos y herramientas que permitían una mejor labor. Una antigua vivienda fue adaptada para el cuartel, la que con el paso de los años fue demolida para la edificación de uno moderno, hasta llegar a completar uno bastante cómodo y que fue conocido por don Aliro.
Encabezó el trabajo bomberil en catástrofes y siniestros, muchas veces, dejando a su familia para acudir a cualquier hora, al llamado del deber.
Destacó además, como dirigente social en su población Altiplano Sur, ocupando el cargo de Presidente de la Junta de Vecinos en varios períodos. Fue directivo de los Centros de Padres en las escuelas de sus hijos e hijas. Integrante por más de una década del Comité de Navidad de Freirina y formó parte, de la Comunidad Cristiana con las religiosas Ursulinas de Jesús, venidas a Freirina.
Por más de dos décadas, realizó una loable labor en la comunidad, al personificar al “Viejo Pascuero” en el trineo de navidad y visitando hogares donde era requerido, para mantener la ilusión de los niños de su pueblo.
Debido a estos servicios comunitarios, es reconocido como Hijo Ilustre de Freirina, galardón que recibe en ceremonia pública, en los años 90.
Fallece en Freirina, el 31 de octubre de 2010, producto de una delicada y larga enfermedad. Como es tradición en los Bomberos de Chile, es sepultado con honores y de noche, acompañado de toda una comunidad.
Fotografías: Familia Lorca Araya y autor.

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